¿Qué se esconde en la mente de un asesino? ¿Cual es su motivación y que controla sus actos? La temática oscura de este segundo disco de la “doncella” hace que sea uno de los discos de la banda inglesa de mis favoritos y, como muchos dicen, un manual básico a la hora de aprender a hacer heavy metal. Este pasado 2 de Febrero cumplía 35 años, y se dice pronto.
Iron Maiden son una banda inglesa de heavy metal, la cual fundó su bajista Steve Harris allá por 1975. Sus potentísimos directos durante 40 años y la calidad de sus composiciónes y sus discos, desde el primero hasta el ultimo, hacen de ellos el grupo de referencia por excelencia de lo que se llama “la nueva ola de heavy metal británico” (NWOBHM en ingles).
El segundo disco de la banda, que como ya dijimos antes, se publicó en Febrero de 1981, fue editado por la compañía EMI en el Reino Unido y en él contaron con Martin Birch a la producción quien desde entonces permaneció con la banda y que supuso un cambio importantísimo en cuanto al sonido de su primer y homónimo disco. Recordemos que Mr. Birch también produjo en ese momento a bandas grandísimas como Deep Purple, Whitesnake o Black Sabbat, bandas que los jóvenes Maiden escuchaban en esos momentos por lo que, imagino, deberían estar flipando a la hora de trabajar con él. El disco alcanzó el puesto 12 en las listas de UK y llegó al top 60 en la lista del Billboard, permaneciendo en las listas 17 semanas. Vendió 200.000 copias, cuatro veces la cifra de su disco de debut. En este disco el grupo está en plena forma y además totalmente implicado en la escena, empezando a adquirir experiencia pero con ese “saber hacer” que siempre han tenido. Técnica depurada y limpia y un sonido trabajadísimo. No hay mucho que decir de Paul Di´Anno mas que está perfecto en este disco. La técnica de Dave Murray y Adrian Smith, que sustituía a Dennis Stratton, era impecable. Steve Harris cabalgando su bajo inventando líneas de ritmo que te hacen saltar las lágrimas. Y Clive Burr, consiguiendo un limpio a la par que salvaje sonido a la batería.
A parte de haber creado escuela con su música y su sonido, si hay un grupo reconocible por sus portadas es este. En este caso la portada viene de la mano de Derek Riggs y nos muestra a la mítica mascota del grupo empuñando un hacha chorreante de sangre después de haber cometido un asesinato. Eddie sale en todas las portadas de Iron Maiden con decenas de looks distintos que salieron de las cabezas de varios dibujantes pero es este, Derek Riggs, el que hizo las de mejor calidad y, seguramente, las más recordadas. Como curiosidades sobre la portada una de las ventanas que hay detrás en la parte inferior derecha está firmada por el autor de esta y en uno de los edificios se puede ver una luz con las letras del «Ruskin Arms», el Pub donde debutó el cantante Paul Di´Anno con el grupo.
La pequeña introducción instrumental hace referencia al 15 de Marzo, el día que Julio Cesar fue asesinado. “Ten cuidado con los idus de Marzo” que dijera Shakespeare.
“Wrathchild” nos cuenta la historia de un joven que busca a su padre con violentas intenciones. La línea de bajo inicial de esta canción es absolutamente inconfundible.
Una historia de Edgar Alan Poe nos trae el siguiente tema. Un hombre acusado de unos crímenes que no cometió y le hacen convertirse en fugitivo. “Murders in the Rue Morgue” es un tema rápido y dinámico en la que vemos al mejor Paul Di Anno al frente de la banda. Creo recordar que es el tema favorito del disco de Steve Harris.
Los redobles del instrumento de Clive Burr en «Another Life» nos introducen a esta dura historia de un hombre que piensa continuamente en el suicidio. Las guitarras agudas en los puentes de la canción son simplemente perfectas.
La instrumental «Genghis Khan» es la siguiente. Una canción, que según palabras del propio Harris sonaba bastante bien como instrumental y una voz la hubiera desordenado. Todo el sentimiento y la potencia del ejército del Khan marchando a la batalla está perfectamente representado en el sonido de este corte.
«Innocent Exile» es un tema que continua la idea de “Murders in the Rue Morgue” y donde el fugitivo reflexiona sobre la horrible y desesperanzada situación en la que se encuentra. Se trata de una de las primeras canciones compuestas por el grupo. El riff de bajo era inicialmente tocado por la guitarra.
«Killers» nos mete en la mente del asesino, que acecha en los callejones y las estaciones del metro en Londres. El tremendo sentimiento de satisfacción que siente el asesino al matar, como la adrenalina le sube, es lo que se nos cuenta en esta canción, aunque también el dilema moral al que se enfrenta.
En «Prodigal Son» un asesino llega donde su madre para pedir perdón por todos los crímenes cometidos. “El demonio controla mi alma” le dice.
«Purgatory«, mi absoluta favorita de la banda. Es un remake acelerado de una muy vieja canción de Iron Maiden originalmente llamada Floating, la cual solían tocar en directo a finales de los ’70, antes incluso de grabar “The soundhouse tapes”. Las guitarras dobladas de esta canción me parten la cabeza en dos, en serio.
«Drifter» es un canción rescatada de cuando Steve Harris tocaba en la banda Smiler y que y apareció en el single de Sanctuary en directo. Ese trozo más bluesero fue cosa de Dave Murray y dialoga perfectamente con el tono hardrockero del resto de la canción.
En conclusión una obra del heavy metal clásico obligatoria, ya sea por la genialidad de las composiciones de Steve Harris a principios de los ‘80, el estado de forma de Paul Di´Anno como frontman o simplemente por la actitud y los cojones con los que está hecho. Una obra que como he dicho antes ha enseñado a muchísimos grupos a seguir unas pautas para defender este estilo y arrancar a andar el camino del heavy metal para no salirse de él nunca.