Una de las pocas certezas de la España de 2016 es que no se puede molar más que Guadalupe Plata. El trío ubetense lleva ocho años escupiendo un sonido más negro que el futuro de mi generación. Han publicado cuatro discos que te cogen del cuello y te escupen a la cara que el blues no va –solo- de lo que pasó en Chicago. Clavaron bombos de semana santa en medio de ladridos del Misisipi y, en su último largo, beben del rock&roll y del jazz, pero SOLO porque les salió de los huevos. Los cabrones están escribiendo la banda sonora de toda la miseria y la depresión y la mala hostia que hay en el sur de España. Fafi y yo los entrevistamos el viernes pasado en el camerino de la sala 12&Medio, un rato antes de que tocaran. Pedro de Dios canta y toca la guitarra. No es muy alto. Viste traje y corbata de bolo. Fafi dice que acojona cuando se te queda mirando sin parpadear. Carlos Jimena es un armario con unas patillas en las que cabría el imperio austrohúngaro. Toca la batería. El tercer hombre se llama Paco Luis Martos. Toca el barreño y no habla mucho. Cuando abre la boca, los otros dos se giran y levantan la barbilla. Paco Luis suele contradecirles. Fafi y yo nos colamos un rato en su charla. A veces nos mirábamos con disimulo. No sé qué decían mis ojos. Los suyos decían: Dios, no se puede molar más que estos tres tíos.
Lo estáis petando, ¿no?
Carlos Jimena: Pues no sé, depende de cómo te tomes estas cosas. A la gente le hemos caído en gracia, le ha llamado la atención el blues este que hacemos. Quizá no hagamos el blues al que todo el mundo está acostumbrado… y es cierto que el público que viene a vernos viene desde diferentes estilos. Yo qué sé, es de agradecer.
¿Os sentís un poco una atracción de circo tocando en sitios en los que el blues nunca ha sido una gran apuesta, como el Primavera Sound?
Pedro de Dios: Hombre, precisamente el Primavera es el único que es más abierto que el resto, ahí hay de todo. Sí que es cierto que hay otro tipo de festivales que van un poco a uno dos y tres, pero el Primavera no es el caso. En algún otro sitio sí que es verdad que somos muy diferentes al grueso del cartel. Y de eso que has dicho de la moda…llevamos ocho años tocando. Hay un trabajo, no somos un grupo de moda, no somos un grupo que lleve un año o dos…
Me refería más bien al reconocimiento que estáis recibiendo ahora.
PdD: Sí, eso sí. Ahora tenemos más reconocimiento.
Tocasteis en la última edición del Etnosur, ¿cómo fue ese acercamiento entre el blues y el flamenco?
PdD: Pues muy bien, tío. Estuvimos haciendo algo diferente a lo que hacemos normalmente. Nos propusieron montar un cotarro que se saliera un poco de lo normal. Nuestra idea principal era traernos a un bluesman negro. Aprovechando el viaje que hicimos para tocar en Misisipi, intentamos traer a un par de ellos, y la cosa es que… el blues siempre ha estado maldito. Y ahí sigue. A no ser que te vayas a un blues de Chicago, una cosa más normalizada, lo que es el blues de la tierra… pues, mira, uno de los que buscábamos estaba con un ataque al corazón en el hospital, otro desaparecido, otro no podía salir del país…era una catástrofe detrás de otra y no pudimos tirar de ese hilo. Entonces tiramos un poco del flamenco, que es una de las raíces que tenemos más presente. El flamenco siempre ha estado ahí, por h o por b. Dentro de nuestra música hay algo de eso.
Para una banda de blues, en 2016, ¿el éxito es sobrevivir?
CJ: Sí, estamos tocando, nos podemos dedicar a esto profesionalmente…pues ya es un premio para nosotros. Al principio salíamos a tocar y nos volvíamos debiendo dinero. La primera vez que subimos a Barcelona cobramos -20€ cada uno. O más, no me acuerdo.
Paco Luis Martos: O menos, sería.
CJ: O menos, o menos. Para eso tenemos también a Toni [Anguiano], que es nuestro mánager y está con nosotros desde el principio. La verdad es que es un éxito tocar esta noche aquí y saber que mañana tenemos otro concierto.
¿Cómo lleváis la vida en la carretera?
CJ: Eso que lo cuente Paco.
PLM: No, tú también.
CJ: Llevas mucho tiempo sin hablar, tío.
PLM: No, estaba escuchando. La vida en carretera es un coñazo. Tú fíjate, salimos esta mañana de Castellón y llegamos hace un rato, llevamos todo el santo día en la carretera. Te lo tomas con tranquilidad.
PdD: También tiene sus cosas buenas, pero es verdad que es un coñazo.
PLM: Nuestra relación se consolida. En ciertos casos se erosiona, pero en el nuestro se consolida. Y, bueno, también aprendes mucho de mecánica, de ventas y de gasolineras.
En este último disco habéis insistido en el concepto involución.
PdD: Yo tenía unas canciones medio enjaquetás. Nos juntamos, ensayamos un poco…y nos fuimos a grabar. Así de sencillo.
CJ: En este disco coqueteamos con otros estilos. Hay rock&roll, guiños al jazz…pero no es algo premeditado. Eso te apetece, te lo pide el cuerpo. Ves la oportunidad y lo metes. Es un poco hacer lo que te salga de los huevos. Y estar tranquilo.
¿Pensáis seguir ahondando en ese concepto en los próximos discos?
PdD: Na, si esto es como el tonto y la vereda.
PLM: Más de lo mismo.
PdD: Más de lo mismo. Y el siguiente va a ser más de lo mismo y el siguiente será más de lo mismo y el siguiente, si es que hay otro, pues será más de lo mismo. No vamos a meter electrónica de pronto.
CJ: No es el caso, pero si viene así, pues viene así.
PLM: Queremos seguir en esa abstracción, como si fuera pintura. Cosas muy sencillas, muy básicas. Y con malafollá.
Siempre se asocia al sur con la alegría y el sol y al norte con la reflexión, el intimismo, la oscuridad…vosotros demostráis que eso es un tópico.
PdD: Eso es un topicazo, sí. Así de claro. En el norte existe la misma alegría y oscuridad que en el sur. Date cuenta de que…
PLM: No, hombre. Tampoco es eso. Mira en Holanda el otro día, la penumbra que había.
PdD: Pero estamos hablando de climas, coño.
PLM: Ya, pero bueno…
PdD: Una cosa es un clima oscuro… eso sí puede ser.
CJ: Lo mismo, dentro de España se nota menos. Pero yo creo que sí que se nota algo. Aunque, al fin y al cabo, todos los folklores, toda la música popular, no es tan diferente de un sitio a otro. Escuchas lo que se cantaba en El País Vaco y en Galicia y luego lo que se cantaba en Andalucía y en Murcia y no hay tantas diferencias. Al final el folklore habla de la vida cotidiana, de lo que te va pasando. Aunque lo mismo Paco lleva razón. Lo mismo te vas a Holanda y la cosa no es igual que aquí.
PLM: Eso es así.
PdD: Coño, pero en Holanda habrá grupos que sean más oscuros y grupos que sean más coloridos.
CJ: Ya…
PdD: Pero dese luego, el frío que hace allí no es normal.
¿Lo pasasteis mal en Holanda?
PdD: Pues un poco sí, porque, coño, con esos climas se te quitan las ganas de todo.
PLM: Lloviendo… todo húmedo…
PdD: En verano, pues mira… pero en invierno…
Algo que no va a desaparecer de vuestra música es ese pantano.
PdD: No. Imposibol.
PLM: Bueno, como siga el clima así, lo mismo los pantanos…
PdD: ¿Qué pasa con los pantanos?
PLM: Pues que, como ya no llueve, lo mismo los pantanos se secan…
PdD: No, hombre, no.
Hemos leído que os encomendáis a Hound Dog Taylor antes de salir al escenario, ¿en qué consiste ese rito?
CJ: Bueno, eso son cosas muy íntimas. No lo podemos desvelar.
El blues hay que sentirlo. Está un poco sobada esa expresión, ¿no?
PdD: Pues otro topicazo. Hay algo de verdad en eso, pero es un topicazo. Eso pasa con cualquier música. Aunque ese tópico lo veo más con el jazz, parece que están ahí soleando y en realidad están haciendo sumas y restas. Hay que buscar un poco más. Explorar. No eso de: esto y esto funciona, así que lo voy a tocar así. Porque entonces lo que pasa es que suena todo como si fuera un ascensor, una cosa muy insípida. Una cosa que suena, pero a la que le falta algo. Que puede sonar muy bonito, pero, para mí, no trasciende.
PLM: También hay mucha gente a la que le gusta ese tipo de blues. Hay un gran público que responde a eso.
CJ: Si es que no puedes generalizar. En todos los estilos hay cosas que te tocan más la fibra que otras. Lo que dice Pedro del jazz de sumas y restas. Pues de sumas y restas serán los grupos que se dediquen a sumar y a restar. Porque hay mil grupos que no hacen eso. Pero eso se puede aplicar a cualquier estilo. No sé si os pasa esto, pero a lo mejor te encuentras por Spotify algo que te gusta y no sabes por qué.
Se os ha definido como blues-punk. ¿Tenéis algo que ver con el punk?
PdD: El punk ha existido siempre. Mucho antes de que naciese el término punk. Siempre ha estado metido en el blues, por ejemplo. Si entendemos el punk como ese espíritu rebelde…
PLM: es una cuestión de actitud.
PdD: Sí, esa actitud. El blues es de lo más punk que ha existido. En personajes, en estilo de vida…
CJ: En manejar los tiempos…
PdD: En llevar los tiempos… entonces, si haces blues, esa parte punk no deja de estar ahí debajo.
Pedro, en muchas canciones pareces un tío predicando un mantra espiritual, flipamos con ese Hoy tengo el diablo en el cuerpo, me abrasa la fiebre de tu amor.
PdD: Pues mira, esa precisamente viene de una canción de Yma Sumac que se llama Así tengo el diablo en el cuerpo. No sé si conocéis a Yma Sumac…
No.
PdD: Es una cantante de mambo con ópera. Una cosa rara de los sesenta. Y tiene una letra que dice exactamente eso. Así que nuestra canción es un robo a mano armada, lo que pasa es que yo lo llevo a otro tipo de melodía y a otra cadencia. No sé si la letra es de Yma Sumac o es una letra popular de por ahí. En este caso es así, otras letras cuentan lo que se me ocurre en ese momento o frases que oigo por ahí…no tengo una fórmula.
Hemos leído que siempre lleváis estampas de la virgen encima. ¿Qué rollo lleváis con la religión?
PLM: Hombre, pues creemos en El Señor y todo eso. No, hombre. No somos practicantes, pero estamos muy influidos por una tradición que nos ha marcado desde pequeños. La iconografía de El Señor, la semana santa…el demonio y todas esas cosas.
PdD: Nos gusta. A mí, una estampa con una virgen me parece una cosa muy bonita. Aunque no tenga devoción ninguna.
CJ: De todas maneras, yo creo que llevamos estampas de la virgen porque no hay estampas de otras cosas. Si hicieran estampas de músicos…
PLM: Yo sí llevo estampas de músicos.
CJ: ¿A quién llevas tú? ¿Qué estampas de músicos llevas tú?
PLM: A Hound Dog Taylor y a Son House.
CJ: Eso son cromos, tío.
PLJ: Bueno, pues cromos.
CJ: Si hicieran estampas de más cosas, pues llevaríamos estampas de más cosas. Se lleva, o estampas de la virgen o calendarios de tías en pelotas. Eso es así.
Venís de una zona en la que la semana santa se vive con mucha devoción, ¿habéis tenido algún problema con los puristas al introducir esos sonidos en vuestra música?
CJ: De eso hay mil casos. En Úbeda hay gente que en carnavales se ha disfrazado de algo y los han expulsado de la ciudad. Yo lo he visto y sé que ha pasado. Lo que pasa con la semana santa es muy curioso. Es una cosa cultural y muy bonita. Lo ves por la calle y es estupendo, pero hay mucha gente a la que le jode que le corten las calles cada dos por tres. Tenemos un amigo que tiene un bar en la zona de Úbeda en la que pasan todas las procesiones. Y tiene que quitar toda la terraza todos los días, tres horas antes de que pase la procesión. Pues yo entiendo que la gente esté hasta la polla, que no crean en eso y que estén hasta el pijo.
PLM: Lo que jode es la doble moral, la hipocresía. Hay gente que se da golpes de pecho y que sienten muchísimo la semana santa y luego son unos cabrones que no respetan nada. Pero, claro, en los pueblos viste mucho estar en una cofradía, o llevar al santo…ese mundillo está presente en todos los ámbitos de la vida, pero, en este caso, al tener tanto poder la iglesia todavía, resalta más.
PdD: Independientemente de lo malo o bueno que tenga, hay una belleza ahí metida.
CJ: Nosotros hemos salido todos en procesiones.
PdD: Yo estoy muy a favor de eso que decía Silvio y Sacramento de que llevar un buen trono es como llevar un buen rock&roll. Yo estoy a favor de eso, aunque no sea practicante. Es otra forma de sentirlo. Está el creyente de Elvis y el creyente del Cristo de nosecuánto y está todo el año metido en eso. Y que hay muy buena música en semana santa. Hay muy buenos toques de tambor y de cornetas. A veces parece música de Ennio Morricone, esas trompetas, esas cosas súper lúgubres…
PLM: Nosotros respetamos todo. No hemos intentado joder a nadie.
CJ: Cuando metimos bombos de semana santa en el anterior disco no había una intención de ridiculizar nada. Al contrario.
¿Cómo fue la primera vez que tocasteis en EEUU, la tierra en la que nació el blues?
PdD: Pues imagínate. Una alegría de la hostia. Ir al país en que nació la música que te gusta. Imagina.
CJ: Lo mejor fue cuando nos enteramos de que íbamos a Misisipi. Habíamos ido a Austin, al South by southwest y tal, que hay mucha gente y no es lo mismo, no estás conociendo el fondo de las cosas. Y en Misisipi tocamos y nos quedamos allí unos días en una cabaña de chamizo, que estaba de puta madre. Fue la hostia.
PdD: Y luego, en cuanto al público, es igual que si te vas a tocar al pueblo de aquí al lado. Son seres humanos. No hay diferencias en eso. Tanto que se piensa que es Estados Unidos…pues en Estados Unidos hay de todo: hay gente que entiende el underground y el blues rural y hay gente que no tiene ni puta idea de lo que está pasando y de dónde viene nada. Depende de los círculos en los que te vayas metiendo. No hay un público estadounidense y un público europeo. El público es el mismo.
PLM: Hombre, siempre hay matices…
CJ: Pero lo mismo se nota más a la hora de tocar que a la hora de ir a un concierto. Ellos tienen más asimilado que en un bar haya gente tocando en directo. Allí vas a cualquier bar y montas tu batería y coges tu guitarra y puedes tocar. Aquí, vas al bar y montas la batería y coges tu guitarra y a la media hora aparecen los municipales.
PdD: Eso allí está muy asimilado. Pero lo que yo digo es que la forma de sentir un concierto no tiene nada que ver con el sitio en el que estés.
Siempre que se habla de blues parece que hay que mencionar a Muddy Waters o a BB King.
PdD: A nosotros también nos gustan Muddy Waters y BB King, pero es cierto que hay muchos nombres por debajo. Una retahíla de gente que sigue olvidada y que fueron los que influyeron en BB King y Muddy Waters. Y creo que si te metes en un género tienes que conocer sus raíces.
Pedro, has dicho que el blues sufre un cáncer actualmente, ¿a qué te refieres?
PdD: La mayoría de blues actual no tiene personalidad. Es un blues encorsetado. Es una papilla, una cosa muy hecha. No sabes si viene de aquí o de allí, no aporta nada. Y con esto no quiero decir que no haya grupos con personalidad, que los hay, lo que pasa es que esos grupos están a pico y pala. Si quieres llegar hasta ellos tienes que cavar.
CJ: Yo creo que los festivales ahí tienen una labor muy importante, deberían apostar por otras cosas, hacerlas visibles. Coño, haces un festival de blues y sabemos que la mayoría viene a ver a tal y a cual, pero haz el esfuerzo de coger otras corrientes y subirlas ahí, y que la gente las escuche.
PdD: Y que son corrientes que siguen vivas, coño. No es una cosa que haya quedado ahí muerta. Hay gente que está innovando dentro de esto.
¿Qué gente?
PdD: Lonesome Shack, por ejemplo. Es la banda que más me gusta ahora mismo. También me gustan los Soledad Brothers o Mr. Airplane band, que son dos chicas alucinantes haciendo blues. En Chile tienes a La Big Rabia, que toca mil palos, pero tienen un punto muy guapo. Hacen blues pero tienen un pie en el bolero, por ejemplo.
¿Y qué os parece Jack White, un tío que está en primera línea mediática y que siempre reivindica el blues?
PdD: Me parece de puta madre. Y se merece estar ahí.
CJ: Y además se le ve auténtico. A mí hay música suya que no me gusta. Pero se lo perdono. Coño, es que ha hecho cosas muy buenas. Un poco como los Black Keys, que ahora parece que hablar de ellos es hablar de mierda, pero los Black Keys tienen discazos.
PdD: Y que es gente que está muy involucrada en ese mundo. Que Jack White coja los discos de Charlie Patton y los reedite y los saque en vinilo…pues es la hostia. Es un tío militante. Que yo entiendo que a esas alturas la cabeza se te pueda ir un poco, pero, joder, bienvenido sea Jack White.
¿Y bandas nacionales?
CJ: Aquí en Murcia, a Crudo Pimento. Son muy buenos.
PLM: Sí, son buenísimos.
PdD: Los Limboos, por ejemplo, están haciendo una cosa de rhythm&blues muy bien hecha, muy bien puesta.
CJ: Los Bengala, también, que hacen un punk-rock muy chulo.
PdD: Coño, estos de Murcia que hacen un garaje… que son un dúo… Galleta Piluda, coño. Hay cosas. Aunque tengo que reconocer que, a la hora de ponerme en mi casa a escuchar música actual española…muy poca, tío.
¿Cómo os gustaría que saliera el público de un concierto vuestro?
PdD: Pues como ellos quieran. Si se lo pasan bien, yo me alegro. Si no les gusta, no pasa nada. Tampoco vamos a luchar por gustar. Esto es lo que somos y esto es lo que hacemos. Al que no le guste, que no lo escuche, si no pasa nada.
Entrevista realizada por Santini Rose y Fafi López
Fotografías destrozadas por Javier Arnedo