Otro año igual: me paso octubre y noviembre pensando en que los últimos doce meses han sido musicalmente flojicos y voy a la carpeta 2016 a hacer recuento y me vuelvo a cagar en Dios al tiempo que me meo encima. Es curioso cómo uno desarrolla esa habilidad, aunque esa es otra historia. El caso es que aquí tienes 21 discos que te harán querer descubrir la vacuna contra el cáncer y abofetear a ese colega tuyo que siempre va de negro y fantasea en Facebook con el suicidio. Estamos vivos, tío, y esta música habla -mediante saltos, bailes, hostias y lágrimas- de eso. 21 porque este año se ha retirado Tim Duncan y porque últimamente me siento como esos días en que Santiago Solari era el mejor del Madrid de los Galácticos. Ya sabes: mis filias, mis fobias, mis prejuicios, mis revistas, las (pocas) personas a las que escucho cuando hablan de música y mis amores incondicionales. No puede -ni debe- ser de otra forma.
-NONAGON INFINITY – KING GIZZARD AND THE LIZARD WIZARD (ATO)
Dice Stu Mackenzie, líder de esta jauría de dementes, que Nonagon Infinity está pensado para un reproductor digital, para que la última canción enganche a la primera y te veas envuelto en un bucle que solo remediará la batería de tu portátil de mierda. En su octavo disco, los australianos recuperan la idea que unía los cuatro primeros cortes de I´m in your mind fuzz (2014, Castle Face) y la aplican a un total de nueve canciones que funcionan como una sola. Garaje ácido, progresivo, psicodelia y movidas pastorales, todo a una velocidad que les permite mearse en toda su generación (incluidos, sí, Tame Impala) y follarte la cabeza.
Canción: Gamma knife.
-UP TO ANYTHING – THE GOON SAX (CHAPTER)
Otros australianos partiéndolo. En este caso, en el terreno del jangle-pop, la escuela C86 y ese terreno reservado para adolescentes que se quedan en casa aunque brille el sol. Si piensas que la música es algo serio y trascendentalísimo y demás palabras esdrújulas, huye de esto como de la rubéola. Este es tu disco si piensas que hay algo bonito en la ingenuidad y en cantar sobre esa época en la que no entiendes nada y en estrofas como esta: And sometimes I think about things /And sometimes I accidentally think about you / So why can you tell me if you care about me too / No, I don’t mind / If you go off holding hands with some other guy / No, I don’t mind I don’t like you / I’m just tired of feeling this way. Gloria bendita.
Canción: Sometimes accidentally.
-A MULHER DO FIM DO MUNDO – ELZA SOARES (MAIS UM)
Este disco es el sueño húmedo de cualquier músico mayor de 65 años. Elza Soares, icono de la samba en los últimos 50 años, ha facturado a sus 79 años un álbum flipante. Fresco, agresivo, pasional, extrañamente canónico y vanguardista al mismo tiempo, A mulher do fim do mundo parte de una óptica punk -ese espíritu punk que derrochan los viejos molones que están por encima del bien y del mal- y mezcla ritmos y sonoridades brasileñas con movidas tan lejanas como el noise con fraseos propios del hip-hop. Una locura. Dicen los entendidos que este disco coloca a Soares a la altura de Caetano Veloso. Yo sigo bailando.
Canción: Pra fuder.
–TEENS OF DENIAL – CAR SEAT HEADREST (MATADOR)
Quizá dentro de muy poco podamos referirnos a Will Toledo -líder de Car Seat Headrest– como el Ty Segall de la Costa Este. Lo tiene todo: talento a raudales para la melodía y los riffs, capacidad para facturar capazos de himnos sin despeinarse, productividad desmedida, ese aura que apunta a que su movida se escuchará dentro de 15 y 20 años…En su duodécimo disco en seis años, Toledo vuelve a tirar de la gloriosa herencia de Matador (tiene a Stephen Malkmus en un altar), de Sonic Youth y de clásicos como Television y The Who. Magrica buena, sí. Lo mejor de todo es que tienes que escucharlo durante un rato para darte cuenta, porque el cabrón canta como si acabara de descubrir el fuego. No nos abandones, Will.
Canción: Vincent.
–SER DE PLUTÓN – GARAJE FLORIDA (GRABACIONES A MONTONES)
Este año se han hecho en España discos rápidos, vanguardistas, contundentes y preciosistas, pero ninguno con tanta clase como este. Y no me refiero a esa imagen casposa en blanco y negro de un tío con mirada altiva que despacha palabras sin apenas levantar la voz: Garaje Florida es una mezcla gloriosa entre el punk del 77, lo mejor que se hizo en las islas desde entonces hasta mediados de los 80 (new wave, post-punk, ya sabes), psicodelia garajera (un ojo siempre puesto en Castle Face y demás sangones de la Costa Oeste) y el tipo más carismático que ha surgido en Murcia desde Ibn Arabi y que recuerda esa elegancia de Vic Godard al frente de una banda punk y que sonríe cuando le dicen que su concierto ha sonado atronador. Al mismo tiempo, escupe: «Como tiene que ser, hostias, rock and roll». Que los dioses desconocidos les bendigan.
Canción: Genio y figura.
-DUSK – ULTIMATE PAINTING (TROUBLE IN MIND)
Todo lo que rodea a Ultimate Painting es extraño: banda formada en 2014 por James Hoare (Veronica Falls) y James Cooper (Mazes), han editado tres joyas discográficas de las que casi nadie habla. Este proyecto supuestamente paralelo suena tanto a pasar de modas y hacer lo que te salga del pijo -Velvet lenta, Beatles, los 60 que fueron contemplativos dentro de la ciudad- que ha acabado superando en calidad a los proyectos principales de Hoare y Cooper. Dusk sigue ese camino: pop minimalista-pero-grande, melodías salvavidas, armonías vocales, músicos excelentes y distancia sideral con lo que se está haciendo a ambos lados del Atlántico. Como pasa con todos los buenos discos, las canciones acaban imponiéndose a cualquier prejuicio.
Canción: I can´t run anymore.
–AWAKEN, MY LOVE! – CHILDISH GAMBINO (GLASSNOTE)
Este disco me folla la cabeza. Me flipa cómo Donald Glover y su colega Ludwig Goransson recurren con tanta naturalidad al negrismo setentero -aquí está todo Funkadelic, Parliament, Earth, Wind & Fire y el Sly Stone más inspirado- y lo funden con el R&B más destacado de este siglo. Me flipa cómo esta gente consigue sonar comunal con dos o tres estribillos y cómo abres la puerta para preguntar quién es y antes de que termines la frase ya te han montado la fiesta en el salón. Awaken, my love! es sensual y violento, un disco para fundir las lágrimas con sudor y resistir, como la gran música negra, a la derrota con la mandíbula apretada. Mucho nivel, amigos.
Canción: Boogieman.
–MOVIMIENTOS – JUVENTUD JUCHÉ (SONIDO MUCHACHO)
Movimientos nos enseña lo idiotas que fuimos algunos al temer que un paso adelante de Juventud Juché -mejores estudios, mejores profesionales tras el cristal- iba a afectar al aspecto más característico de la banda: esa rabia apenas racionalizada que te golpea el pecho cada vez que Javi Molina abre la boca. El cantante de la banda madrileña tiene muy claro que lo brillante nace a partir del conflicto: «Sentiría la misma rabia si viviese en un chalet con piscina y durmiese sobre billetes», dijo hace poco. Wire y The Fall siguen ahí, pero flota lo evidente: la voz de una banda de época está desperezándose. Que Juventud Juché hayan cambiado para seguir siendo la banda más especial de su generación es una de las noticias del año. Sin duda.
Canción: Fuera.
–ALL OF THEM NATURALS – THE MINNEAPOLIS URANIUM CLUB BAND (STATIC SHOCK)
En un momento en que parece que todo lo que pasó después del punk fue circunspecto y grave, pocas bandas se antojan tan necesarias como The Minneapolis Uranium Club Band. Los americanos tocan a toda hostia y sus guitarras suenan a navaja, pero tienen -redoble, redoble- SENTIDO DEL HUMOR. En serio, se puede: no todo fue Joy Division, molaría que la mayoría de bandas que beben de esos años -salvo a Ought y Protomartyr- tomaran apuntes y reivindicaran ideas menos explotadas. En su segundo disco, editado por el muy recomendable sello Statich Shock, vuelven a rendir pleitesía a Devo, quizá la gran banda en este sentido, y despachan ocho canciones guapísimas en veinte minutos. ¿Pa qué más?
Canción: Opus.
–ALJARAFE – FIERA (HUMO)
Cuando no están haciéndola negra con Pony Bravo, Pablo Peña y Darío del Moral recogen mierda de dos o tres contenedores y se reencarnan en Fiera. Su segundo disco es chatarrero, lúcido y cabrón. Vuelven a demostrar que han entendido mejor que nadie de qué coño cantaba Mark E. Smith y dan forma a nueve canciones que te suben por la espalda y se te meten en los sesos hasta que decidas -o puedas- segregar cualquier tipo de excremento. Lo mejor de Aljarafe es la capacidad crítica que demuestran Peña y del Moral y su inteligencia al convertirla en algo infeccioso y divertido, muy alejado de cualquier panfleto que reciba aplausos babosos. Necesario.
Canción: Mono de trabajo.
–MY WOMAN – ANGEL OLSEN (JAGJAGUWAR)
Cuando algunos ya no dábamos un duro por Angel Olsen, la de Missouri nos ha sorprendido con un álbum que huele a clásico: robusto, contenido, vitalista, maduro-sin-ser-viejo y emocional. En My Woman no hay rastro de la languidez que siempre ha asolado su música -y en la que se arrastraba mientras compañeras de generación, como Sharon Van Etten, vuelan-, Olsen ha encontrado una voz y lo está celebrando. Desde un punto de partida diferente al de Courtney Barnett, llega a un destino muy parecido: esa mezcla de mandíbulas apretadas y sonrisas de niña pequeña sobre canciones que muy pocas veces se alejan de la excelencia. En sus momentos más inspirados, Olsen se coloca al lado de Crazy Horse y de los nombres que solo se escriben en mayúsculas.
Canción: Not gonna kill you.
