Futuro Terror y M76 en 12&Medio (Microsonidos): No me mires así

Estamos el Montana y yo con un par de latas en la puerta de lo de la Cruz Roja y resulta que suena el timbre y nos miramos y no entra ni sale nadie. Seguimos hablando y el Montana dice que se ha equivocado de concierto y que le molaría quedarse a ver a Futuro Terror y yo digo que vaya un pijo, que claro. Entonces vuelve a sonar el timbre y nos levantamos y encaramos la puerta de lo de la Cruz Roja como si ese puto pitido no pudiera caer en el saco de la nada y esa misión llevase nuestro nombre. Al fondo hay una estantería con libros. Aparece un armario con abrigo y pelo negro y nos ve y se le dilatan las pupilas. Cierro el plano y en el cristal veo reflejadas dos figuras humanas con capucha y lata. El tío abre la puerta y nos mira como si nos fuera a escupir y yo balbuceo Tío, es que…ha sonado el timbre y…y el tío dice ¿Y? Y yo respondo Y nada, que pensábamos que había algún…fallo o algo…El Montana asiente. El tío pone los ojos en blanco y se coloca unos guantes. Ah, gracias, suelta. Y se larga. El Montana y yo nos miramos y nos encogemos de hombros. Apuramos las latas.

Son casi las once. Esta noche se inaugura en la 12&Medio la enésima edición del Microsonidos, ese glorioso ciclo de conciertos que siempre lleva implícito el subtítulo Pues dicen que este año es el último. El Montana se pira a la REM a ver a Vurro, un tío que le mete cabezazos a los platillos y huele más a fraude que a sobaco. Me abraza y se pira. Entro en la sala y el cuerpo me pide colgar el abrigo y ponerme una bata. Estamos los cuatro gatos de siempre. Eso es bueno y malo. La parte buena es que si me da un bajón de azúcar esta gente va a saber llamar a mi novia y decirle que sí, que otra vez. La parte mala es esa cara con la que te cruzas con demasiada frecuencia y que dice que no sabe para qué se ha cruzado media Murcia si la banda que va a tocar ni siquiera va a revolucionar la música.

Entonces aparecen M76. Hay quien dice que suenan a rock genérico y que eso es grave porque sus miembros ya tienen pelos en los huevos. Tocan Abogado y escritor y Jota Chillerón se deja la garganta como el aullador sarnoso que es. Alguien me coloca una mano sobre el hombro y resulta que es mi colega Asier. Asier flipa más con M76 que las novias de los miembros de M76. Se sabe ¿Has leído a Gógol? –su EP- de memoria y se pasa los días contándole a cualquiera hasta qué punto han mejorado sus visitas al Mercadona de la Circular desde que se metió el disco en el móvil. Y entonces el guitarrista rompe una cuerda y nos damos cuenta de lo borrachos que van. Asier dice que el bajista podría ser un profesor de Química y yo, demostrando mi capacidad crítica y mi querencia por la tontuna una vez más, hago un air-bass y grito ¡¡GASES NOBLES UH UH UUUUH!! y Asier se descojona. La banda vuelve a lo suyo, pero no. Les da por tocar canciones de un power-pop al que nadie esperaba esta noche.

M76 molan en el desfiladero, cuando suenan a ese momento en el que vas lo suficientemente borracho para liarla sabiendo que la estás liando y, al mismo tiempo, que es inevitable. Hay algo genuino en ellos. A veces sus canciones no pasan del catálogo de referentes, pero, joder, cómo ponerles una pega cuando mola tanto lo que les mola. No tienen las mejores canciones, pero yo estaré en la trinchera con ellos. Mi colega dice que una de las cosas que le roban el alma en esta banda es que nada está donde debería estar. Repite lo del bajista y me pregunta por qué coño se coloca en el centro del escenario. Yo me encojo de hombros. Dice que el otro guitarrista es un loco que cree que está tocando en otra banda. Su mirada roza la lascivia. El cabrón se va a correr.

Salimos y tomamos aire. Hace un frío de cojones. Asier dice que Futuro Terror le molan, pero que les falta un poco de punk. Yo meneo la cabeza. Entramos. Aparecen los alicantinos y a los cinco o seis segundos me cago en Dios y miro a Asier. Tiene la boca abierta. Hostias, qué guapos, dice. Tocan Parálisis del sueño y noto cómo un escalofrío de pura excitación me sube por la espalda. Ese bajo me folla la cabeza. Agarro a Asier del hombro y salto. Ni siquiera sigo el ritmo de la canción, es algo más profundo. Tengo que sacarlo. El mensaje es que estos son los míos, que Futuro Terror me suenan a banda sonora de mi vida, a lo mejor y a lo peor, a la música siempre ahí, explicándote –o no- lo que no entiendes, salvándome otra puta vez. Sigo saltando y la canción termina y me giro. Casi nadie salta. No lo entiendo. Quiero decir: no es que piense que haya que saltar con esta música, es que sé, siento, que hay que saltar con esta música. Que cada uno camele como quiera camelar, pero es que si no saltas y te agitas  eres un puto muerto.  Es que esto va de eso.

Justo delante tengo a un tío que se parece a Eric Cantona y Asier se frota las manos porque dice que fijo que hace la de la patada. Tocan Futuro Terror y aullamos que sí que hay futuro, pero es aterrador. Es casi tribal. El futuro comienza en esta canción, o algo así. No sé, se me agolpan ideas inconexas en la cabeza y mi cuerpo me dice que me concentre en respirar y en sobrevivir con el saco de huesos que soy entre las hostias del Cantona y de otros dos o tres. Después vuelvo a girar y lo entiendo todo, porque veo a los de la cara chunga por haberse cruzado media Murcia con una libreta en la mano, como si la banda estuviera en un examen. Tachan objetivos como saludo: bien, informal y desafiante. Miran por encima de sus gafas, que tienen en la punta de la nariz. Si sales despedido hacia atrás te dicen que tengas cuidado y no les manches sus Martens, que las han limpiado justo esta tarde. Y tocan María Orsic y pierdo la cabeza durante un rato. Al final, El Cantona sube al escenario y habla con José Pazos, cantante y guitarrista. Pazos dice que en los conciertos punk siempre ha habido espacio para la poesía. El Cantona agarra el micro y recita a Panero. Se piran y respiramos, saludo al Cantona y me abraza y le digo que me he acordado de John Cooper Clarke y que si cambiamos la camiseta. El cabrón hace el amago. El puto Asier tiene las manos en las rodillas, como si acabara de cruzarse el campo para forzar un córner. Salimos.

Alguien me dice que el concierto ha durado solo 45 minutos y me resulta extraño que alguien haya medido esto en minutos. Niego con la cabeza. No sé qué decir. Noto cómo se esfuma el éxtasis y  mis pensamientos vuelven a tener cierta coherencia. Casi puedo ver cómo las palabras consiguen dejar de dar tumbos y se colocan en línea recta.  Vuelve a hacer un frío de cojones.

Fotos de Inés Carrasco.

4 comentarios en “Futuro Terror y M76 en 12&Medio (Microsonidos): No me mires así”

  1. el peque santini se va de marcha

    Santini se va de marcha
    El peque Santini se va a un concierto y lo pasa bomba. Esperando pa entrar aparece su amigo Julen quien llega como deprisa y sin haber reparado en su aspecto como si llegara de la biblio o de hacer unas fotos, porque es un tío guay, pero en realidad ha estado 3 horas en su casa peinándose para parecer desarregladamente arreglado. Bueno que están allí y salen los teloneros (ponga aquí nombre de grupo pop o cualquiera que no haga mucho ruido y no sean guays) y no les gustan una mierda porque no hacen música urgente. No tienen alma y joder! Se cagan en la puta porque quieren que salga el grupo principal.
    Entonces salen (ponga aquí nombre de grupo indypunk de los guays, perro, monte terror, betunizer, novedades carminha etc etc) y joder nota como sus pies se elevan y joder es que q actitud cómo molan! Y entonces sin darse cuenta se le escapa hasta un pedete y se hace un poco de pis pero hostia es que esto va de eso de sentirla en el pecho y joder vaya experiencia. En realidad no sabe si le gustan pero joder q revolución de grupo. Lo mejor es q no ha escuchado mucho el concierto sino q ha estado pensando en el articulo q iba a hacer porque dios q estilo tiene escribiendo es un jodido creador de maravillosas crónicas q estilo mas crudo y salvaje, se le podría denominar malote? No lo se. El caso es q llega al centro y bueno habla mucho de música en la puerta de la yesería y se va y se pone el pijama y duerme de puta fucking madre yeahh.

    1. Muchaaaaacho, ¿así que eres tú ese pequeño roedor que vive debajo de mi sofá? Me la tienes hecha, rey. En fin, gracias por leer y prestar atención.
      Un saludico.

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